El paletero
Historias de Terror Para No DormirFebruary 08, 2023x
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El paletero

Estas historias de terror hablan de desapariciones, entierros, y fantasmas. Encuentra nuestros otros shows en Scary.fm y a Edwin en Edwin.fm Scary Plus es nuestra membresía con episodios sin anuncios y contenido extra. Puedes probarlo gratis para apoyar a nuestros programas. Traducción y edición de sonido por Cristina Lumague. Historias escritas por Edwin Covarrubias.
Bienvenidos a historia de terror. Hoy les tengo varios cuentos cortos, cosas que quizás puedan suceder. Mi nombre es seve Te. Voy a contar una historia de terror. El paletero. Una vez después de la escuela en tercer Grado, mencioné casualmente que quería ser paletero. La mayoría de mis amigos se rieron de mí. Me sentí avergonzado, pero pensé que su trabajo era el mejor. Manejaban por las calles entregando deliciosas golosinas a los niños del Vecindario. Pero entonces toda mi vida cambió. Mi hermanita quería el lado una tarde de verano, pero yo no quería salir. Estaba ocupado con un videojuego nuevo que me había comprado mi papá. Creo que no quería ir porque aún no sabía cómo ponerlo en pausa. Así que le grité a mi hermana que agarrara el billete de un dólar que estaba en el frasco junto a mi cama y que no tocara nada más emocionada, Me preguntó qué quería yo y si el paletero le daba algún cambio, cuánto iba a ser, porque ella no sabía contar muy bien en ese momento le dije que el total serían cincuenta centavos y que me devolviera el cambio serían dos coras. Con una gran sonrisa, ella salió corriendo, pasó un largo rato y yo perdí en el juego que estaba jugando y bajé el control y salí El camión de los helados doblaba la esquina sin música. Yo no tenía idea que yo iba a ser la última persona en ver a mi hermana. Lo que siguió fue una mezcla de informes policiales periodistas que llamaban y visitaban a mi mamá y a mi papá y tristes historias de personas que sentían lástima por mí en todos los lugares a los que iba el mismo paletero dejó de pasar por nuestra calle y luego fue arrestado e interrogado por la policía como el sospechoso principal, pero mi hermana nunca fue encontrada. Mis padres se sentaban conmigo en los consultorios médicos y me hacían preguntas sobre lo que estaba pensando y a mí me hacían preguntas tontas sobre mis juegos favoritos y los ingredientes favoritos de la pizza. No recuerdo mucho del resto de la escuela primaria. Todo lo que recuerdo fue pensar que ya no quería ser un paletero asegura que los muertos estén muertos. Recibimos un aviso hace unos años sobre la posibilidad de reubicar el cementerio donde estaban enterradas mi bisabuela y mi tía. Recuerdo haber pensado que era realmente extraño y casi pensé que sería ilegal hacerlo, pero no. De hecho, los cementerios pueden ser reubicados como cualquier otro negocio, solo que están obligados a dar un aviso por adelantado al respecto y ocuparse de un montón de asuntos legales. Bueno, comenzamos a recibir más avisos sobre esto a medida que los meses se acercaban a la fecha de transferencia hasta que llegaron los avisos finales. Estábamos programados para presenciar el traslado y el entierro y decidimos hacer otra ceremonia para mi tía y mi bisabuela. No iba a ir mucha gente. Íbamos a ser yo, mi madre y algunos otros parientes lejanos que fueron llamados sobre la ceremonia. Ellos querían estar presentes para honrarlas. Una vez más, la tumba de mi tía fue excavada con máquinas pesadas que levantaron su ataúd y lo colocaron en un camión, literalmente una camioneta con un camper. La tumba de mi bisabuela era un poco diferente. Ella estaba en una parte muy antigua del cementerio y la tierra era más como puras piedras. Este fue desenterrado con taladros y hombres con palas. Cuando finalmente sacaron el ataúd, se suponía que debían colocarlo dentro de un tipo de caja de cemento más grande para protegerlo durante el transporte. Cuando la levantaron, ya que era tan vieja, la tapa se cayó y el resto de la caja cayó hacia abajo, revelando el cadáver seco de mi bisabuela. Yo no estaba sorprendido. La verdad ya parecía que la cosa se iba a romper. De todos modos, lo que me molestó fue lo que descubrimos a continuación. Su vestido estaba al revés. No ella estaba boca abajo sus brazos, debajo de la de su cuerpo, sus manos, agarrándose la cara, profundas marcas de rasguños alrededor del interior del ataúd. Fue entonces cuando todos nos dimos cuenta de lo que había sucedido. Ella había sido enterrada, viva, cuidado con las aplicaciones. Nunca volveré a tomar un uber en mi vida. Mis amigos me pidieron que nos reuniéramos con ellos en un bar al que solíamos ir cuando estábamos en la Universidad. Mi casa está unos diez minutos del centro de la ciudad, en las colinas hacia el valle. No tengo carro. No me gusta tomar taxis o ubers hasta mi casa, ya que el largo tramo del camino hacia la entrada de mi casa está oscuro y siempre me pongo paranoica a que algún desconocido sepa dónde vivo. Había tomado el camión más temprano ese día y planeaba pasar el rato en la casa de mi tía hasta las nueve trabajando la computadora. Sí, un sábado en la noche, antes de reunirme con mis amigos, pensé que uno de ellos sería capaz de llevarme a la casa. Después de una noche divertida bailando y tomando mis amigos comenzaron a irse a su casa. Yo no conocía bien al conductor designado, así que no quería pedirle que me llevara a mi casa. Pensé que simplemente aguantaría y tomaría un nuber. Casi todos se habían ido solo estábamos yo y mi otra amiga esperando afuera. Yo miré la aplicación y vi que el conductor estaba cerca y fue cuando un hombre mayor en un automóvil bajó la ventanilla y me dijo Uber. Eso fue todo. Entonces ya me voy y pensé si vía la siento trasero y me despedí de mi amiga. Fue entonces cuando recibí la alerta de la aplicación UBER, Avisándome que el conductor me estaba esperando, yo miré hacia el hombre enfrente de mí. Sonrió le pedí que se detuviera y me dejara salir, pero se rió y me dijo que me callara más que usó lenguaje menos agradable. Yo era de pánico. Traté de abrir la puerta, pero el seguro para niños estaba activado. Mi teléfono comenzó a sonar. Era mi amiga, pero no pude responder. En ese momento, el hombre me pedía que me calmara y parecía estar sacando algo, tal vez un arma de su guantera. Yo no iba a estar dispuesta a esperar para averiguarlo, giró rápidamente a la izquierda. Me golpeé el hombro contra la puerta del carro. Si volviera a girar a la izquierda, después de esto me llevaría a los callejones y al bosque y yo pensaba que ahí me mataría. Desabroché mi asiento y me deslicé hacia el centro. Me echase atrás y patía la ventana. Tomó tres o cuatro patadas fuertes para finalmente quebrarse. El hombre se desviaba y seguía diciendo está bien, está bien y que me iba a dejar salir, pero no le creía a ese monstruo. Extendí la mano para abrir la puerta desde afuera, cortándome parte del antebrazo con el vidrio y fue cuando vi a un carro que encendía sus luces detrás de mí. Finalmente logré abrir la puerta. El hombre detuvo el auto con una sacudida de repentina y prácticamente salté cuando él comenzó a despegar. Nuevamente escuché el chirrido de una llanta cuando hizo un giro brusco a la derecha. En la siguiente esquina, el carro que iba detrás de nosotros se detuvo. Estaba volviendo loca. Ya sabía que estos tipos planean estas cosas, trabajan en equipo. Entonces escuchó una voz conocida en la distancia. Era mi amiga. Estaba gritando mi nombre en pánico. Corrió hacia mí y me dio un abrazo. Yo manché sin querer su vestido blanco que tanto le gustaba. Lo que había pasado fue de que cuando yo me fui se acercó un conductor de uber y mencionó mi nombre. Mi amiga. Rápidamente se dio cuenta que me había subido en el carro incorrecto. Actuando rápidamente, le pidió ayuda al conductor y así es como terminaron siguiendo el carro en el que yo estaba. Quién sabe qué hubiera pasado. Si no lo hubieran hecho, llamamos a la policía y todo, pero aún no han encontrado al hombre. El mercado abandonado. Hay un edificio abandonado en mi ciudad. Solía ser un antiguo mercado. Ha estado abandonado desde que tengo memoria, abandonado, incluso antes de que mi mamá nos trajera aquí en la secundaria. Un par de amigos y yo intimidamos a un niño para que entrara solo al edificio. Un día después de la escuela. Él entró totalmente nervioso. Ahí fue cuando lo escuchamos tirar algunas cosas y luego pidió que lo dejaran salir. Nosotros. No dijimos nada. Luego comenzó a golpear la ventana y a gritar a todo pulmón, rogándonos que lo dejáramos salir. Empujamos la tabla que estaba apoyada contra la ventana aún más fuerte mientras tratábamos de contener nuestra risa. Eventualmente dejó de gritar y comenzó a llorar y luego silencio. Soltamos la tabla y miramos adentro cuando vi a una sombra a través de los pasillos de la vieja tienda, moviéndose rápidamente hacia la pared de ese edificio, miramos hacia abajo y vimos al pobre niño desmayado en el suelo de los tres. Yo era el más normal. No sé qué estaba haciendo con ellos dos para sacarlo. Uno de nosotros tendría que entrar y levantarlo hacia la ventana. Recuerdo haber tenido miedo de que el niño pudiera haber muerto, de que lo hubiéramos matado de miedo. Dudé cuando puse mi pierna izquierda en la ventana y luego otra vez, cuando puse la derecha, salté hacia adentro. Lo agarré por debajo de los brazos e hice lo mejor que pude para levantarlo. Pero yo pesaba alrededor de cien libras en ese momento y realmente luché. Vamos solo arrástralo alguien viene date prisa. Escuché decir a uno de mis amigos estoy intentando. Respondí bruscamente. De repente, el niño movió las piernas y me miró som aliento. Luego volvió a gritar. Le dije que se callara y que ayudara a levantarse. Se giró hacia la ventana mientras la luz del sol de la tarde resaltaba el sudor del cuello y la vaba que salía de su boca. Levantó los codos y luego rodó. Mis amigos me gritaron. Una vez más que me diera prisa se había detenido un carro y alguien nos estaba mirando. Rodé hasta la ventana. Cuando escuché una risa proveniente del interior de la vieja tienda. Yo estaba demasiado asustado para mirar hacia atrás. Esperaba que la cosa me agarrara por los tobillos y me jalara hacia adentro. Mientras intentaba salir aterricé sobre un montón de las cajas de madera que habíamos usado para llevar al niño. Ahí traté de levantarme, pero volví a caer sobre mis manos. Se suciaron con el viejo asfalto negro. Luego pequeñas piedras me picaban la piel de las manos. Oye, alguien gritó. Era un hombre que salía de su carro estacionado en el callejón justo al lado de nosotros. No me había dado cuenta, pero mis dos amigos ya se habían ido y el niño y yo terminamos corriendo por el viejo estacionamiento y debajo de la cerca de alambre, del costado de la propiedad. Todos nos metimos en problemas y nos vimos obligados a disculparnos con el niño, pero nunca la volvimos a ver en la escuela y nunca tuvimos la oportunidad de hacerlo. Realmente sentí pena por lo que había hecho. Los rumores en la escuela decían que se había vuelto loco y tenía que ser hospitalizado. Algunos incluso dijeron que había muerto. No impidió que los niños comenzaran nuevas historias sobre el mercado viejo. Esa tienda sigue abandonada. Siempre miro hacia esa dirección cuando paso a recoger a mis hijos de la escuela. Hay algo ahí que me hace sentir o nuno cómodo hasta el día de hoy. La siguiente historia se llama la leyenda del pescador continúa después de esto. Hay una vieja leyenda aquí en mi ciudad. La mayoría de la gente joven decidió ir a la ciudad para conseguir trabajos de oficina o de fábrica. Las temporadas de pesca ya no son lo que solían ser. Soy una de esas viejitas testarudas que, como algunos de mis amigos moribundos, preferían quedarse aquí en casa antes que irse a un lugar donde la gente siempre está pitando. Pero bueno, la historia cuenta que el olor a pescado podrido sigue a ciertos lugares o personas y si te atrapa es una señal segura de que vas a morir. Se. Supone que pasa un pescador con su red de pesca y te enreda en ella y luego te mata la historia. Trata de un viejo pescador que salió a la Bahía allá por los años sesenta. Nunca volvió bueno, no volvió con su vida. Su cuerpo apareció a muchos kilómetros al norte de aquí y fue encontrado enredado en su red de pesca. Una historia realmente triste. Algunos dicen que lo mataron a propósito. Él mismo se había involucrado con gente mala. Sin embargo, nadie lo sabe con certeza. Una de mis vecinas berta de la calle al lado mía fue encontrada muerta con el cuello quebrado después de caerse por las escaleras. Ella se había enredado los pies en un cable de teléfono. Yo le dije que no comprara esos teléfonos con los cables tan largos, pero le gustaba caminar mientras hablaba por teléfono. Bueno no hablar, porque ella cuando, según hablaba por teléfono, en realidad gritaba, pero igual ese cable de teléfono, la sequía a donde quiera que fuera. Es cierto que su casa empezó a oler a pescado podrido unos días antes y corrieron rumores en mi pequeña comunidad de que el pescador había regresado no más de una semana después. Otro de mis vecinos murió durante la noche, después de otro extraño accidente. Estaba a punto de bañarse cuando se enredó en las cortinas de la ducha y se golpeó la cabeza con la bañera. Me encontraron de cabeza en el agua con las piernas sobresaliendo y todo, pero me temo que el pescador me persigue ahora y todo tiene sentido. No creo que estas muertes sean accidentes. El pescador te enreda, luego te mata y él ha estado tratando de matarme. El otro día, alguien movió mi ovillo de lana mientras dormía luego mi vieja manguera de agua, que ya no funciona. Se estiró en la puerta de mi casa. Cuando salí, está tratando de enredar y sé que sigo. Yo anoche lo escuché. Su voz se enreda junto al sonido del océano y la peste ese olor a pescado podrido llena el aire y todavía no se va. Pero yo no tengo miedo. Simplemente me quedaré aquí esperando. Las leyendas siempre tienen algo de verdad o no. Historia de terror es parte de la colección de podcast de Scary Fm. También puedes escuchar terror historias reales donde la gente cuenta sus relatos directamente. No olvide seguir este podcast para recibir las siguientes historias. Muchas gracias por escuchar. Nos vemos